El esfuerzo de publicación -“poubellication” en el witz que acuñó – fue considerado prioritario por Lacan. Este designio se inscribió en los párrafos finales del Acta por la cual, en junio de 1964, se establecen de derecho los fundamentos que regirán la marcha de su Escuela. “Los fondos financieros constituidos primero por la contribución de los miembros de la Escuela, por las subvenciones (…) por los servicios (…) estarán enteramente dedicados a su esfuerzo de publicación”.
Planteemos que esta política se orienta en la dirección de proporcionar una base concreta, material… «la base en el sentido local y militar de la palabra base…”, donde se puedan reunir los productos de un trabajo de elaboración que es el efecto de su enseñanza. Este trabajo debe cumplirse para que la “Durcharbeitung”, en cuya razón los sujetos se implican, resuene y se dé a saber al dar el paso de decirlo. El saber exige, así, una disciplina inflexible que deja fuera tanto la autocomplacencia como el mutismo.
«No escatimaremos esfuerzo para que todo lo que hagan de válido tenga la repercusión que merece y en el lugar que convenga”, señala en el Acto de fundación de la EEP.
El año 1964 representa un corte, una ruptura cuyo sentido no hay que olvidar. No solamente porque marca un hito en la historia del movimiento analítico sino porque su incidencia perdura en el deber de cada uno de volverse a plantear la pregunta de Lacan: ¿qué es el psicoanálisis? O sea: ¿qué lo funda como praxis?, ¿qué es el psicoanalista?
En el marco de una participación de todos -de una Escuela- la doctrina del psicoanálisis didáctico y de la formación del analista, la aplicación del psicoanálisis a la terapéutica y a la clínica médica y la praxis de la teoría están sometidas a una constante puesta en cuestión para ser examinadas a la luz del día.
Nuestra revista toma su nombre de la única condición impuesta a la experiencia. “Quién es quién es algo que no prejuzgo, remitirme prefiero a la experiencia por hacer, freudiana sí se puede”.
Intentar mantenerla no ha carecido de dificultades, pero no exige gran cosa -señala Lacan- en su respuesta a un interlocutor el 18 de marzo de 1980, nada más que:
-un buzón
-un correo
-un congreso o mejor un foro,
-por último la publicación inevitable, al archivo.
El nuestro ya cuenta con 15 números que aparecieron gracias a las colaboraciones recibidas, al esfuerzo de sus anteriores directores que abrieron camino y de los miembros de las comisiones que participaron con sus comentarios, críticas y especialmente con una dedicación sostenida.
Hoy renovamos la presentación. El nuevo diseño es una creación de Carlos Rolando quién nos la ha ofrecido con generosidad. Él ha ideado la nueva portada como una estructura firme y abierta que se apoya en la letra y que irá variando en el color y en la imagen con la que se ilustrará cada nueva edición. Deseamos expresarle nuestro mayor reconocimiento.
Un tablero de ajedrez y una cabeza. ¿El marco para iniciar la partida y su resto?
Tres conferencias sobre la entrada en análisis, vista desde su final, demuestran de qué manera el inicio de una cura, es decir la estrategia de apertura, determina la lógica de su conclusión. Eric Laurent examina los casos de Freud y expone la lógica del matema de la transferencia.
La interpretación fue el objeto de la primera de las conferencias de intercambios que tuvieron lugar en nuestra Sección y que reproducimos en el presente número. Continuamos haciendo llegar a los lectores trabajos clínicos, esta vez con casos de histeria y neurosis obsesiva y una reflexión sobre la problemática del fenómeno psicosomático. El apartado de Lecturas y Conceptos incluye algunos de los temas tratados en los espacios de la Sección. Las reseñas cierran el sumario.
Shula Eldar