Según Strachey, Freud concluyó El porvenir de una ilusión en el otoño de 1927. Y en los dos años que siguieron, debido sobre todo al avance de su enfermedad su producción escrita se vio afectada. Habría que añadir que esta década de los veinte del pasado siglo, fue también el periodo de entreguerras: los años posteriores a la Primera y que gestaron la eclosión de la Segunda. ¿Qué es lo que escucharía Freud en los análisis que conducía? ¿Dónde, si no en los dichos de sus pacientes, tomaría él, el pulso de su época?
Así, en el verano de 1929, empieza una nueva obra, que el traductor cualifica “también con tema sociológico”. Escritor prolífico, a finales de julio dio por terminado el primer borrador y a finales de año la envía a imprenta, aunque es 1930, la fecha que figura en su portada. Inicialmente Freud había elegido darle por título “Das Unglück”, la infelicidad, que luego sustituye por “Unbehagen”, el malestar.
Strachey continúa explicando que al no ser fácil encontrar en inglés una buena traducción para esta palabra, en una carta a Joan Riviere, traductora de esta obra, Freud le sugirió como título, Man’s Discomfort in Civilization, sin embargo, fue la propia señora Riviere quien le dio el título que ahora lleva en inglés, Civilization and its Discontents.
Los posibles sentidos que Unbehagen entrega rondan la desazón, la inquietud incluso física, el desagrado consigo mismo, la insatisfacción, el descontento, la disconformidad y el “estar mal” que nos transmite el término castellano. En este siglo que nos toca, estamos también en esta década de los veinte, ¿qué escuchamos entre nuestros analizantes? ¿Qué formas de decir toma hoy en día el malestar, la insatisfacción, del parlêtre?
Siguiendo la lectura que Jacques-Alain Miller nos propone, ¿qué modos de goce se pueden localizar en el hoy de la clínica? El goce es ya “una categoría usual”, la herramienta primera para abordar la división subjetiva de la época. Eso de Real que introduce “la disparidad”, en este tiempo de angustia generalizada, con precarios soportes simbólicos que la contengan.
En el dossier sobre Malestares contemporáneos, que este número de Freudiana aborda, las contribuciones de Miquel Bassols, Gustavo Stiglitz y José Ramón Ubieto, nos permiten esta lectura del “Malestar en la cultura” actual. Las secuelas de la pandemia y la hiper producción de gadgets que la tecnología no cesa de entregar, la hiperactividad de la ciencia y sus resultados, y que inciden directamente sobre la envoltura formal del síntoma. Así como las propuestas de los tres analistas, para una ética actualizada en el psicoanálisis, hoy.
La entrevista, en este sentido, se ha pensado como “una cuasi medición”, como una forma de colocar el termómetro y medir “la temperatura” del parlêtre. En las respuestas de Mari Cruz Fernández, María José Freiría, Lidia Ramírez, Fernando Juárez y Fabián Fajnwaks, podemos leer lo que resalta en la práctica clínica, su réson, aquello de “real que se pone en cruz en el sentido del síntoma”, así como también la posición del analista ante esta “varité de las verdades del síntoma”.
En Cuestiones epistemológicas, se incluye el texto de introducción, de Vicente Palomera, al Curso de la BCFB, sobre el libro La manía del sentido, de Rosa Ma Calvet. Así como las elaboraciones teóricas de Daniel Cena, sobre las Distorsiones y soluciones del narcisismo en la psicosis y las de Gabriela Galarraga, sobre los avatares de la identificación, que la autora nombra con el título de, Juguetes del goce.
Alín Salom y Jorge Yunis nos entregan sendos artículos sobre Jean-Paul Sartre, sobre el propio autor y sobre su obra, y que conforman el apartado de Intersecciones.
El Pase, lo que “pasa” en la Escuela Una, tiene su apartado, a través de los Testimonios de Enric Berenguer y Paola Cornú. Esglai, el primer testimonio de Enric Berenguer, en la sede de Barcelona, tuvo lugar en la sala de actos de la Biblioteca de Catalunya, lugar muy preciado en los recuerdos del autor, junto con el testimonio de Paola Cornú, Autorizarse al bien vivir y a seguir respirando, que la autora comenta muy a su pesar hubo de realizarlo vía telemática, nos dan el contrapunto de esta época afectada por un nuevo virus, que nos obliga a alternar entre la presencialidad y el recurso diferido a la telecomunicación.
Dos casos escritos por Howard Rouse e Irene Domínguez, en el apartado clínico de Casos. Las respuestas ante la forclusión en un sujeto niño y en un adulto, que los autores exponen en la singularidad de las respuestas subjetivas de los analizantes, así como en la dirección de la cura como sus analistas.
Felicidad Hernández y Lluïsa Andreu se han hecho cargo en esta ocasión de enviarnos su lectura de dos libros, de reciente publicación, de Esthela Solano Suárez y de Lierni Irizar, respectivamente.
Concluiría diciendo por adelantado, aunque mejor dicho, me atrevería a decir, que este número de la revista, preludia de alguna manera, lo que será el tema de trabajo de las próximas XXI Jornadas de la ELP, Todo el mundo está en su mundo, que tendrán lugar en noviembre, en Barcelona.
Myriam Chang
Por la dirección de la revista
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